Claudio Reig S.A. cumplió en 2015 sus primeros 75 años de vida. En el mundo empresarial, y menos en el sector del juguete, no es fácil alcanzar esa longevidad en el tiempo. Hay que saber sortear muchas crisis económicas y escenarios complicados, adaptándose siempre a las exigencias de cada periodo con innovaciones. Su mercado no se reduce al territorio nacional, debido a su gran apuesta por el mercado exterior.
                               
La andadura arrancó con la fabricación de armónicas de juguete, cajas de música a manivela y pianitos de madera, que completaban ese primer catálogo allá por la década de los cuarenta. Los sueños de Claudio Reig, su fundador, fueron tomando forma con el paso de los años.  En 1957, debido al crecimiento experimentado, se trasladó a la actual sede. Fue entonces cuando comenzó la producción en serie de juguetes musicales, donde incluyó nuevos productos como citarinas, guitarras, saxofones, clarinetes, trompetas y organillos de manubrio. En ese proceso de transición, la madera, el cartón y la hojalata dejaron paso al plástico como elemento principal de fabricación.
                                   
                    
Con la llegada de los noventa, se inicia una época en la que se introduce la electrónica en los juguetes musicales hasta llegar a la época actual. En la actualidad, Claudio Reig elabora desde el juguete musical más sencillo – un simple tambor– hasta el más complejo teclado electrónico.
                          
                                    
La apuesta de futuro de Claudio Reig continuará siendo la de musicalizar los sueños de las nuevas generaciones con sus juguetes. La música es, sin duda alguna, uno de los elementos más importantes para completar la educación.
                    
                                         