Empresarios del sector de recubrimiento de materiales exponen sus preocupaciones con respecto a las normativas de la Administración y a la pujante inflación


«Hay que tener capacidad de adaptación a la coyuntura del momento», constatan

El último de los desayunos de IBIAE del 2022 –en colaboración con Escaparate y Caixa Popular– contó con una representación importante de las empresas de recubrimientos de materiales de la Foia de Castalla. Los asistentes realizaron un diagnóstico de los diferentes aspectos que afectan a su día a día. Leyes, normativas, evolución del mercado de precios de materias y energía e incremento de costes en los procesos productivos fueron algunas de las cuestiones que abordaron. Este sector también es importante en la economía de nuestro territorio.

Normativas
Las empresas que trabajan con materiales pesados tienen muchas cuestiones que les preocupan, pero una de las que más es hacer frente a las regulaciones de su sector, que en muchos casos no son claras y contienen muchas lagunas con las que lidiar. «Las normativas son restrictivas y nosotros en ningún caso eludimos su cumplimiento. Ponemos todos los medios a nuestro alcance para depurar y estamos dando el agua casi para embotellar», indican. De igual forma, subrayan que la Administración «tiene que controlar y el que contamine debe pagarlo».

En la misma línea, ponen de relieve que «la Administración está malinterpretando ciertas normativas, puesto que una muestra puntual no es igual a una muestra integrada. Nos gustaría que se invirtiera en asesoramiento y también en ayudarnos a buscar soluciones. Al final todo se recubre o todo se envasa. Lo que hay que buscar son fórmulas medioambientales sostenibles».

Las empresas, de hecho, disponen de todas las medidas de seguirdad y control a su alcance para no contaminar, incluso con aplicaciones en las máquinas que detectan cualquier fallo en su funcionamiento para abortar en cualquier momento la producción.

En cuanto a las pinturas, los residuos y desperdicios son gestionados por empresas especializadas. Las compañías, fieles a su compromiso por cumplir con las exigentes normativas, contratan firmas especializadas que revisan los contaminantes orgánicos persistentes (COP).

Costes de materiales
En algunos casos las empresas han hecho acopio de materias primas pensando en el futuro para evitar problemas y así cumplir con los pedidos de sus clientes. «Hemos solicitado más cantidad, haciendo una previsión de compras para no tener escasez de materiales. Incluso así hay retrasos si provienen de fuera de España. Ha habido un aumento de entre 2 y 2,5 euros por kilogramo en ciertos materiales y el cliente no quiere que se le repercuta», reseñan.

La energía eléctrica
La energía y su alto precio, que resta competitividad con respecto a otros países, es común a toda la industria. Los empresarios admiten que «si se triplica el gasto en energía, tienes que facturar el triple. Aplicas cierta contención para evitar perder, aunque a veces sí estás perdiendo». Una de las soluciones que muchas firmas ya han puesto en marcha es recubrir sus instalaciones con energías verdes. «Es el momento de apostar por la energía fotovoltaica, pero con el miedo de si se podrá amortizar», advierten.

Automoción
Diferentes empresas de recubrimientos de la comarca trabajan para un sector tractor de la economía como es la automoción, que está en un proceso lento de transición del combustible fósil a la electrificación. El futuro marcará cuál es la tecnología que acabará definiendo este sector en el que cohabitarán modelos híbridos, eléctricos y de hidrógeno. En este sentido, afirman que «la carencia de semiconductores significa la cancelación de pedidos de hoy para la semana siguiente». Además, añaden que «la subida del IPC provocará una recesión y en cierta gama de coches ya se nota el descenso de la demanda». No obstante, tienen claro que en el coche eléctrico continuarán contando con un nicho de mercado. «Habrá otros acabados con una tendencia a la baja de recubrimientos pero con elementos más diferenciados como el cromado», detallan.

Plástico
«En el recubrimiento de plásticos el cliente busca actualmente material recuperado y reciclado. Se está demonizando al plástico de manera incomprensible»
, sostienen. En el vidrio no hay capacidad para abastecer toda la demanda de manera inmediata y algunas empresas que envasan líquidos no disponen del recipiente en el acto y tienen que esperar meses. Una conclusión clara es que «todos los productos tendrán que justificar que son reciclables y el sector del cartón lo ha hecho bien, pero el plástico es el material del futuro. Es reciclable y recuperable».

Incrementar precios al cliente
Uno de los grandes caballos de batalla para los empresarios de recubrimientos de materiales es el precio final de sus procesos en una coyuntura en que energía y materias primas han disparado sus costes. «Incrementar el precio al cliente da miedo y no subes lo que realmente deberías. Adecuarse a ello tiene una repercusión en el coste final. Gestionar margen y precio va a ser un punto clave. Todos vivimos del margen y el cliente sabe que le vas a llamar porque si no incrementamos el precio peligrará la integridad de mi empresa», apuntan.
«Al ser empresas auxiliares no se está acostumbrado a una revisión constante de precios. Piensas que el cliente si no te elige a ti para un proceso, lo hará con otro. Si pierdes un tanto por ciento de clientes, te verás abocado a realizar ajustes. Esto nunca es bueno ni para empresarios ni para trabajadores», relatan con resignación.
Los pedidos efectuados, en ciertos casos muy concretos, son más ajustados. «Antes podían solicitarte 10.000 unidades de un producto/proceso y ahora son 1.000. Tú has ajustado el precio para una cantidad importante y no es igual para una tirada menor», justifican los empresarios.
Una posible solución que proponen es «indexar la subida del precio en función de los elementos que intervienen en el proceso. Eso es una solución para continuar hacia adelante. La reducción de gastos fijos va a ser otro parámetro determinante en la ecuación».
En sectores como la automoción es más complicado incrementar un precio ofertado inicialmente para un proceso. Esto viene motivado porque muchos proyectos están cerrados con anterioridad sin tener en cuenta el incremento de costes de materia, energía y transporte, por citar únicamente algunos costes variables.

Adaptarse a los nuevos tiempos
La economía de esta década ha sufrido una transformación diferente a la de otras épocas. «Los cambios ahora son más rápidos e imprevisibles que en otros tiempos. Toca cambiar la filosofía de gestión con el cliente y la de la propia empresa. No se puede funcionar como hace 20 años. Cuanto más ágil sea una empresa para tomar decisiones, mejor. Se trata de tener una capacidad rápida de adaptación a la coyuntura del momento», expresan como punto de partida para afrontar con motivación el futuro de sus empresas.