Los empresarios de Onil reclaman una apuesta decidida por la industria para no perder el tren ni su identidad

Una representación del tejido productivo de Onil se reunió en el IX desayuno empresarial organizado por IBIAE, en colaboración con Caixa Popular y Escaparate, con el objeto de valorar el desarrollo económico que vive la población a nivel industrial. En el diálogo surgieron las diferentes preocupaciones de los empresarios acerca de los problemas que tienen en su día a día, sus inquietudes y los escenarios que se presentan para el futuro más inmediato, sin olvidar el medio-largo plazo al que se enfrentan para dar continuidad a sus respectivos proyectos.

El foco inicial estuvo puesto en la génesis de la Revolución Industrial de la villa colivenca, remontándose a cómo empezó a forjarse en sus inicios, allá por el siglo XVIII, con la muñeca como elemento común. Sin embargo, el paso de los años –con las diferentes coyunturas económicas y la salida de Famosa– ha supuesto una transición a un escenario diferente con sus consecuencias, tanto negativas como positivas. Por un lado, algunos empresarios incidieron en que Onil “no es lo que era y se ha convertido es una especie de pueblo dormitorio porque mucha gente trabaja fuera y un cupo importante de empresarios colivencos poseen sus empresas en Castalla. Con anterioridad esto no sucedía, puesto que absorbíamos mucha mano de obra de fuera”. Sin embargo, otras voces apuntaron que lo que ha sucedido realmente es una “disminución de volumen” al perder a un referente como Famosa, pero se ha dado un paso adelante en la “profesionalización y en el crecimiento de otras iniciativas”.

Una conclusión unánime a la cual se llegó es que la apuesta de Onil para no perder el tren de la competitividad y su identidad debe de ser la industria. “El turismo no deja dinero, sí marca y promoción turística. La industria es lo que nos mueve. Contamos con mucha pequeña y mediana empresa, que es el motor para que el pueblo viva de ellas”. La dirección y el sentido a escoger parece obvio, debido a que ese ha sido el eje impulsor colivenc a lo largo de muchas décadas.

En el desayuno hubo opiniones que subrayaron que la industria muñequera ha pasado a un segundo plano y que habría que ponerla en valor. “En la web del Ayuntamiento de Onil apenas si encuentras una frase que hable de la muñeca. No hay muchos sitios focalizados como Onil en este sector. Dependemos en exceso de la muñeca, pero somos líderes en calidad en cuanto a su fabricación. Hoy atendemos una demanda muy concreta y no podemos abastecer las cantidades en la medida que por ejemplo lo hace China, aunque la calidad no es la misma. Onil es un referente, aunque vamos a la guerra con monstruos de la distribución y necesitamos alguien que nos ampare”, detallaron.

La formación es una circunstancia recurrente cada vez que IBIAE pulsa la opinión de los empresarios. No hay personal preparado para máquinas de inyección, comercio internacional, diseñadores, ingenierías, etc. De hecho, el Grado de FP de Comercio Internacional desapareció de Onil porque no había alumnos. “La generación de padres actual ha querido que sus hijos se formen y tengan un futuro diferente al operario de la muñeca, con estudios superiores. El resultado es poco personal cualificado y muchos universitarios. Hay que analizar qué pasa para luego buscar soluciones”, puntualizaron. IBIAE ha colaborado para que Labora, antiguo Servef, ponga en marcha un proyecto de formación específico para la muñeca.

Enlazando con la formación surgió un aspecto social como la despoblación, tan de moda en las últimas fechas tras aparecer en el tablero político nacional. “Hay un éxodo de gente que se marcha fuera. No nos damos cuenta y está pasando. Es un problema de desertización. Hay que analizar quién se marcha y el porqué. Los jóvenes estudian titulaciones superiores y cuando acaban ya no vuelven. La formación, a nivel universitario, de la gente de Onil es muy buena y buscan oportunidades en empresas de fuera. Onil requiere de mano de obra cualificada de gente no titulada”, observaron.

¿Hacia dónde va el crecimiento de Onil?, se preguntaron los empresarios colivencs. “Potenciar una actividad como la muñeca no tiene nada que ver con diversificar en otras actividades. Si se produce un crecimiento, que sea sostenible. Es necesario enfocar Onil hacia la industria, con el ejemplo de Ibi y Castalla, que han sabido mirar hacia diferentes escenarios”, subrayaron.

En referencia a la necesidad palpable de suelo industrial de calidad, la respuesta fue unánime: “No hay suelo industrial”. Asimismo, apuntaron dos posibilidades de crecimiento hacia la zona de La Marjal o bien desde Playmobil en dirección al núcleo urbano. Del mismo modo, abogaron por que no se especule con los precios del terreno y para esto es “importante una regulación”. En este sentido, propusieron agilidad y adelgazamiento de los procesos administrativos. “Crear suelo industrial requiere de 51 informes de administración local, provincial/autonómica y estatal”, describieron con resignación. “Queremos y no se facilita, siempre aparecen las trabas”, zanjaron. Otra crítica puso el acento en “conseguir que los polígonos sean atractivos y que cuenten con un mantenimiento eficiente, ya que la ubicación de Onil es excelente”.

Para ayudar a resolver muchos de estos temas mencionaron la labor de la Asociación de Empresarios de Ibi y Comarca. “Necesitamos un interlocutor para canalizar todo esto. Ahí aparece la figura de IBIAE, que está ejerciendo su papel de mediador con el Ayuntamiento de Onil para trasladar las inquietudes y problemas de las empresas colivencas. La solución está en la gente que dirige el pueblo. Hay que montar equipos de trabajo y que piensen en qué mejorar, buscar la dirección y el camino a seguir”, sostuvieron.

¿Cómo ven desde fuera el tejido empresarial de este territorio? La directora de Caixa Popular en la Foia de Castalla, Claudia Martínez, aseveró que “aquí disponéis de un ADN empresarial que no he conocido en otros lugares. El empresario de aquí es dinámico, emprendedor y ha sabido adaptarse a los cambios y a las diferentes coyunturas económicas. Además, valoramos mucho el asociacionismo”, dijo.